Entreno sin novedades. Gori está de vacaciones y no ha venido.
Después ha habido fiesta (casi como cada martes).
A las 22'30 estábamos sentados en una mesa los últimos de Filipinas, Ana, Emeterio, Mari, Mateo y yo. Y el mundo era maravilloso y la luna brillaba como nunca y las estrellas nos saludaban con su brillo y era todo tan bonito ...
Al final he recibido un golpe físico de Mari por "reírme". Claro que duele poco comparado con los "otros" que me da.


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