Carlos no ha venido al entreno por un problema en la uña de un dedo del pie.
Me doy cuenta de que, cuando parece que las cosas no pueden ir peor, empeoran aún más.
Tal vez bastaría con marcar nueve números, pero ¿serviría de algo?
Rubén no vendrá mañana al partido.
El Presidente amenaza con dimitir el lunes.
Empiezo a hartarme de todo esto.


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